martes, 16 de agosto de 2011

Víctor y Diego



Víctor y Diego

Víctor Manuel Martín toca la guitarra y Jesús de Diego escribe poesía. Pero el sueño de ambos tendrá que esperar. Los estudios, los trabajos, la mili son poderosas circunstancias que les harán posponer su proyecto.

En 1973, libres de compromisos los dos amigos de la infancia se reencuentran en El Rastro y deciden que ya es hora. Se recluyen en El Espinar, en un caserón cedido por un familiar, y allí, durante meses, ensayan y componen. En ese tiempo, prepararan material suficiente para un LP y buena parte de otro. Víctor se encarga de las músicas y Diego, de las letras. Presentan una maqueta a la todopoderosa EMI. Son tiempos propicios para cantautores: Cecilia, Vainica Doble, José y Manuel, Rosa León, Luis Eduardo Aute, Solera y un largo etcétera se mueven en coordenadas similares por la misma ciudad. La compañía queda gratamente sorprendida por la propuesta, pero antes de meterlos en el estudio de grabación, les propone la locura de concurrir a un festival, concretamente al de Alcobendas, que ganan con “La mujer de cristal”. Este tema será la cara A de su primer sencillo, que contará con la producción de Manuel de la Calva, del Dúo Dinámico.

El 9 de abril de 1974 presentan en un concierto en el Teatro de La Comedia, de Madrid, su primer LP "Semblanzas" (EMI, 1974) con canciones tan memorables como “El afilador” o “Solterías”. Tres semanas después repetirán presentación en el Poliorama, de Barcelona. La critica les empieza a llamar los Simon and Garfunkel españoles por sus letras llenas de sensibilidad, que destilan un cierto compromiso social y un casticismo que se fija en situaciones y personajes de un viejo Madrid provinciano que ya da sus últimas boqueadas.
En 1975 van a alcanzar su mayor éxito con “El parque”, que los va a situar en los primeros escalones del hit parade. Esta canción les acarreará una gran popularidad y un verano cargado de actuaciones. Antes de terminar el año, verá la luz el LP “A Vosotros” (EMI, 1975) dedicado a los exilados de la Guerra Civil, que ya comenzaban a volver a la patria de la que fueron arrojados. Temas como el que da título al álbum u “Oda a la integridad” definen bien este sentimiento. Este segundo largo funciona comercialmente bastante peor que el anterior.

Al año siguiente van a hacer y grabar tres canciones para la película “El Bengador Gusticiero y su Pastelera Madre” (Forges, 1976), dirigida por el humorista Forges. Casi al mismo tiempo, harán un nuevo sencillo, el último para EMI con “El frutero” en la cara A. Componen para otros cantantes como Rosa León o Pepa Flores (Marisol de mayor) y desaparecen del mapa, en parte por la negativa a renovar el contrato de su sello discográfico; en parte por una cierta desgana del dúo.
Un dúo al que todos dan por muerto y enterrado hasta que en 1979 reaparecen con fuerza en el sello Movieplay, grabando el LP "Víctor y Diego" (Movieplay, 1979), del que se extraerán dos sencillos, y volviendo a la carretera para numerosas galas. Esta segunda fase acaba hacia 1983, año en el que actúan en Cuba. Animados por amigos y compañeros de profesión todavía regresarán de nuevo para grabar un nuevo LP en un sello independiente, al que bautizan con toda intención “Colorín, Colorao” (Onomaster, 1986).

Discografia
  • 1974 La Mujer de Cristal
  • 1974 Tiempo de Amor
  • 1975 El Parque
  • 1976 A Vosotros
  • 1976 Juegos de Acción
  • 1976 B.S.O. El Bengador Gusticiero y su Pastelera Madre
  • 1976 Flor de Barrio
  • 1979 A Volar
  • 1979 Decídete


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